La Educación Musical en la etapa de Educación Infantil
(Pascual Mejía, P. (2006). Didáctica de la Música para Educación Infantil. Madrid: Pearson Educación)
Existen muchas evidencias de la necesidad de integrar la educación musical como parte de la formación integral del niñ@. Sus beneficios abarcan las distintas áreas de desarrollo:
1. Contribución al desarrollo psicomotor
La música va a trabajar el conocimiento de las posibilidades sonoras y de movimiento del propio cuerpo, su orientación respecto a los demás, y las percepciones espacio-temporales. La relación entre la música y la educación psicomotriz es muy estrecha. Una correcta educación psicomotriz en esta etapa se enmarca en relación al juego y el movimiento natural, a través del cual se desarrollan nuevas vías neuronales para el desarrollo cognitivo, la adquisición del lenguaje, las funciones ejecutivas y la creatividad. Todo esto se lleva a cabo a través de cuentos musicales, audiciones, juegos, danzas, canciones motrices y una educación rítmica adecuada desde los comienzos.
2. Contribución al desarrollo lingüístico
En este sentido, es la canción la herramienta más directa para el desarrollo lingüístico de los niñ@s: aumento de vocabulario, expresión, entonación, articulación y vocalización... Por otro lado, es un recurso estupendo para poder fijar conceptos, por eso la canción es tan utilizada en el aula de Infantil en tantos momentos. La música y el ritmo, a través de poesías, trabalenguas, refranes, contribuyen a solidificar en la memoria todo tipo de conceptos, incluidas las palabras. El trabajo de la canción abarca desde canciones tradicionales a canciones inventadas por ellos, que describan actividades cotidianas relacionadas con el tiempo, autonomía personal, asociadas a juegos y en las que con su interpretación grupal se contribuya también a la cohesión de grupo e interacción con los compañeros.
3. Contribución al desarrollo cognitivo
A este respecto, hay muchas recientes investigaciones en el campo de la neurociencia que ratifica que con el estímulo musical se activan la mayoría de áreas cerebrales en tiempo real, tanto si la escuchamos como si la interpretamos. Así la educación musical contribuye en el desarrollo de la atención y la memoria, amplía la capacidad de comprensión, análisis. Fomenta la imaginación y la creatividad y aflora la sensibilidad. Favorece el uso de varios razonamientos a la vez al percibir diferenciadamente sus elementos. Tanto la audición como la práctica musical favorecen las conexiones neuronales que incrementan la concentración, desarrollan las habilidades matemáticas y facilitan el aprendizaje de idiomas.
4. Contribución al desarrollo socio-emocional
En relación con la socialización, la educación musical cumple una función importante, ya que nada integra tanto a los niños como la música. Durante esta etapa los niñ@s pasan del juego solitario al juego paralelo, y de éste al jugo con los otros. La música desarrollará en ellos habilidades sociales como la escucha, la comunicación y siendo actividades grupales, fomenta la coordinación y cooperación grupal. Además estimula el sentimiento de pertenencia a un grupo a la vez que permite el acercamiento a otras culturas, fomentando la interculturalidad.
Emocionalmente la música despierta intereses, inquietudes, actitudes y valores positivos. Produce satisfacción y placer por la realización de tareas conjuntas, elevando la seguridad, la confianza y la autoestima de los alumnos. Además, es un recurso imprescindible para aumentar la motivación, que es la clave de cualquier aprendizaje.
Es muy importante conocer las características psicoevolutivas musicales de los niñ@s de esta etapa para poder adaptar el proceso de enseñanza aprendizaje.
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